Mi mente procesa millones de recuerdos en un minuto. Todos los recuerdos, de aquel verano, aquel extraño banco que se convirtió en nuestro, todos los abrazos, los que me regalabas y los que yo misma te robaba, las lágrimas que caian cuando te veía con otra, aquel momento en el que por primera vez me dijiste que me querías, todo eso forma parte del pasado. Son recuerdos, nada más que eso recuerdos. Algunos contienen demasiado daño, pero otros son absolutamente perfectos. Pero que se han quedado hay, en un pasado irrepetible, lleno de recuerdos. Los guardaré muy bien no los dejaré escapar tan fácilmente, los llevaré conmigo el resto de mi vida, porque tal vez al mirarlos vuelva a sonreir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario